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Foto del escritorDaniel Figueroa Villalobos

Aprenda a delegar tareas y proyectos

¿Tenemos dificultades para delegar? Especialmente como líderes novatos, puede ser difícil soltar el control y confiar en nuestro equipo para ejecutar tareas en nuestro nombre. Estas estrategias pueden ayudarnos.


Aprenda a delegar

Estrategias para delegar proyectos y tareas


Cambiemos nuestra mentalidad

Primero, aceptemos que no podemos (ni debemos) hacerlo todo nosotros mismos. Nuestro éxito ahora depende de ayudar a nuestro equipo a crecer y alcanzar sus objetivos. Esto significa guiarlos, ofrecerles oportunidades de aprendizaje y hacerlos responsables.


Acepte la imposibilidad de hacerlo todo solo

A menudo, como líderes, creemos que podemos y debemos manejar todas las tareas para garantizar que se realicen correctamente. Sin embargo, esta mentalidad no es sostenible ni efectiva. Al reconocer que no podemos hacerlo todo, liberamos tiempo y energía para centrarnos en tareas estratégicas de mayor nivel.


Desarrolle un equipo autónomo y capacitado

Nuestra responsabilidad como líderes es desarrollar un equipo que pueda operar de manera autónoma. Esto implica brindarles las herramientas, recursos y conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas y ejecutar sus responsabilidades de manera efectiva.


Fomente el crecimiento y el desarrollo profesional

Al delegar tareas, estamos ofreciendo a nuestros empleados la oportunidad de aprender y crecer. Asumir nuevas responsabilidades puede ayudarles a desarrollar habilidades que les beneficiarán a lo largo de su carrera. Nuestro papel es guiarlos en este proceso, proporcionando orientación y apoyo cuando sea necesario.


Responsabilidad compartida

Delegar también significa hacer a nuestros empleados responsables de sus tareas. Esto no solo alivia nuestra carga de trabajo, sino que también les da un sentido de propiedad y responsabilidad sobre su trabajo, lo que puede aumentar su compromiso y motivación.


Paso a paso para delegar

Paso a paso para determinar qué delegar


Hagamos una lista de todas nuestras tareas y proyectos para el mes, luego identifiquemos el trabajo de alto nivel que solo nosotros podemos hacer y deleguemos el resto. Busquemos proyectos que puedan ser oportunidades de aprendizaje para nuestros empleados y alineemos estas responsabilidades con sus fortalezas y objetivos profesionales.


La delegación efectiva es una habilidad esencial para cualquier líder, ya que permite concentrarse en tareas estratégicas de alto nivel y al mismo tiempo capacitar a los miembros del equipo. Para lograrlo, es fundamental determinar qué tareas delegar y asegurarse de que estas delegaciones beneficien tanto a la organización como a los empleados. Aquí les mostramos cómo hacerlo de manera exhaustiva.


Paso 1: Hacer una Lista de Tareas y Proyectos

El primer paso para determinar qué delegar es tener una visión completa de todas nuestras responsabilidades. Esto incluye tareas diarias, proyectos a corto y largo plazo, y cualquier otra obligación que tengamos en el horizonte.


  1. Tareas Diarias: Incluyamos todas las tareas rutinarias que realizamos diariamente. Esto podría incluir responder correos electrónicos, asistir a reuniones, preparar informes, etc.

  2. Proyectos a Corto Plazo: Estos son proyectos que deben completarse en el próximo mes o trimestre. Podrían ser lanzamientos de productos, campañas de marketing, análisis de rendimiento, etc.

  3. Proyectos a Largo Plazo: Estos son proyectos que tienen una fecha de finalización más lejana. Podrían incluir desarrollos estratégicos, iniciativas de mejora de procesos, o cualquier otro proyecto de larga duración.

  4. Otras Obligaciones: Incluyamos también cualquier otra obligación que no encaje en las categorías anteriores, como el desarrollo profesional, mentoría, y otras responsabilidades.

Paso 2: Identificar el Trabajo de Alto Nivel

Una vez que tengamos una lista completa de nuestras tareas y proyectos, el siguiente paso es identificar cuáles de estos requieren nuestra atención y experiencia exclusiva. El trabajo de alto nivel generalmente incluye:

  1. Toma de Decisiones Estratégicas: Iniciativas que requieren nuestra visión y decisión final, especialmente aquellas que afectan significativamente la dirección de la empresa.

  2. Gestión de Relaciones Críticas: Interacciones con clientes clave, socios estratégicos, y otros stakeholders importantes.

  3. Desarrollo de Estrategias: Planificación y desarrollo de estrategias a largo plazo para el crecimiento y éxito de la organización.

  4. Supervisión de Proyectos Críticos: Proyectos que tienen un impacto considerable en la empresa y que requieren nuestra supervisión directa para asegurar su éxito.


Paso 3: Delegar el Resto

Después de identificar las tareas de alto nivel, podemos delegar las demás responsabilidades a los miembros de nuestro equipo. Aquí es donde entra en juego la estrategia de delegación:

  1. Evaluar las Fortalezas y Objetivos Profesionales: Conozcamos las habilidades, intereses y aspiraciones profesionales de nuestros empleados. Esto nos permitirá asignar tareas que no solo se alineen con las necesidades del proyecto, sino que también proporcionen oportunidades de desarrollo para nuestros empleados.

  2. Asignar Proyectos como Oportunidades de Aprendizaje: Identifiquemos proyectos que puedan servir como oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Esto no solo desarrollará las habilidades de nuestros empleados, sino que también aumentará su motivación y compromiso.

  3. Proporcionar Orientación y Recursos: Asegurémonos de que los empleados cuenten con la orientación y los recursos necesarios para llevar a cabo sus tareas. Esto puede incluir capacitación adicional, acceso a herramientas y tecnología, y apoyo continuo.

  4. Establecer Expectativas Claras: Definamos claramente los roles, responsabilidades y plazos para cada tarea delegada. Esto asegura que todos entiendan lo que se espera de ellos y cómo su trabajo contribuye al éxito general del proyecto.


Paso 4: Monitorear y Apoyar

La delegación no termina una vez que hemos asignado tareas. Es importante monitorear el progreso y proporcionar apoyo continuo para asegurar que las tareas se realicen de manera efectiva:

  1. Reuniones de Seguimiento: Programemos reuniones regulares para revisar el progreso, resolver problemas y ajustar las expectativas según sea necesario.

  2. Retroalimentación Continua: Ofrezcamos retroalimentación constructiva a lo largo del proyecto, destacando tanto los éxitos como las áreas de mejora.

  3. Reconocimiento de Logros: Reconozcamos y celebremos los logros de los empleados, mostrando nuestro aprecio por su trabajo y dedicación.

Comuniquemos claramente la tarea a delegar

Programemos reuniones individuales con los miembros de nuestro equipo para delegar trabajo. Expliquemos el proyecto, su importancia y por qué los hemos elegido para hacerlo. Démosles espacio para hacer preguntas y procesar la información. Establezcamos roles y plazos claros y alineemos los estilos de comunicación para asegurar claridad y evitar la microgestión.


Reuniones individuales efectivas

Antes de delegar cualquier tarea, es esencial tener reuniones uno a uno con los empleados. Estas reuniones permiten una comunicación directa y personal, donde podemos explicar detalladamente el proyecto, su relevancia y los motivos por los que hemos seleccionado a esa persona para la tarea.

Contextualización del proyecto. No se trata solo de decir qué hacer, sino de proporcionar un contexto completo. Explicar la importancia del proyecto y cómo encaja en los objetivos más amplios de la organización puede ayudar a los empleados a ver el valor de su trabajo y a sentirse más motivados.


Espacio para preguntas y procesamiento

Es vital dar a los empleados el espacio para hacer preguntas y procesar la información. Esto no solo asegura que entiendan completamente la tarea, sino que también les da la confianza para abordar cualquier desafío que puedan enfrentar.


Claridad en roles y plazos

Establecer roles y plazos claros es crucial para evitar malentendidos y asegurar que todos estén alineados. Asegurémonos de que cada miembro del equipo sepa exactamente qué se espera de ellos y cuándo se espera que lo completen.


Alineación de estilos de comunicación

Cada persona tiene un estilo de comunicación diferente. Algunos prefieren correos electrónicos detallados, otros prefieren reuniones cara a cara. Alineemos nuestro estilo de comunicación con las preferencias de nuestros empleados para asegurar una comunicación efectiva y fluida.


Proporcionemos retroalimentación


Brindar retroalimentación

Durante las revisiones, ofrezcamos retroalimentación constructiva y recursos. Celebremos hitos y reconozcamos los esfuerzos de nuestros empleados públicamente.


Retroalimentación constructiva

La retroalimentación es una herramienta poderosa para el desarrollo. Al ofrecer retroalimentación constructiva, ayudamos a nuestros empleados a identificar áreas de mejora y a entender cómo pueden perfeccionar sus habilidades. Es importante ser específico y enfocarse en comportamientos observables y resultados.


Provisión de recursos

A veces, los empleados necesitan más que solo retroalimentación; necesitan recursos adicionales. Ya sean herramientas, capacitación o apoyo adicional, asegurémonos de que tengan todo lo que necesitan para tener éxito.


Celebración de hitos

Reconocer y celebrar hitos es una excelente manera de mantener la moral alta. Al celebrar los logros, estamos mostrando a nuestros empleados que valoramos su arduo trabajo y dedicación.


Reconocimiento público

El reconocimiento público puede ser muy motivador. Al destacar los esfuerzos y logros de nuestros empleados en reuniones o comunicaciones de equipo, estamos creando un ambiente de aprecio y motivación.


Revisemos y reflexionemos


Después de que un empleado complete una tarea, llevemos a cabo un análisis post-mortem. Discutamos qué salió bien, qué no y qué aprendieron. Esto nos ayudará a mejorar nuestras habilidades de delegación y a apoyar mejor a nuestro equipo en el futuro.

Análisis post-mortem. Realizar un análisis detallado después de completar una tarea o proyecto nos permite aprender de la experiencia. Discutir qué salió bien, qué no y qué se puede mejorar proporciona una base sólida para el crecimiento continuo.


Reflexión sobre el aprendizaje

Preguntemos a nuestros empleados qué aprendieron del proceso. Esta reflexión no solo es útil para ellos, sino que también nos proporciona información valiosa sobre cómo podemos mejorar la delegación en el futuro.

Identificación de áreas de mejora. Al reflexionar sobre lo que no salió tan bien, podemos identificar áreas específicas donde se necesita más apoyo o capacitación. Esto nos ayuda a ser más efectivos en la delegación y a asegurar que nuestros empleados estén mejor preparados para futuras responsabilidades.


Mejora continua

La delegación es una habilidad que se mejora con el tiempo y la práctica. Al revisar y reflexionar continuamente sobre nuestras experiencias, podemos desarrollar nuestras habilidades de delegación y apoyar mejor a nuestro equipo.

La comunicación clara y específica en el proceso de delegación es esencial para el éxito.


Al proporcionar un contexto completo, permitir el espacio para preguntas y establecer roles y plazos claros, estamos creando un entorno donde los empleados pueden comprender sus responsabilidades y sentirse apoyados en su ejecución. Esto no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también construye una base de confianza y respeto mutuo, evitando la microgestión y fomentando una mayor autonomía y responsabilidad en el equipo.


Proporcionar retroalimentación constructiva y reconocimiento es fundamental para el desarrollo continuo de los empleados y la cohesión del equipo. Al enfocarnos en retroalimentación específica y recursos adecuados, celebrando hitos y reconociendo públicamente los logros, estamos construyendo un entorno de trabajo positivo y motivador. Esto no solo mejora el desempeño individual, sino que también refuerza la cultura organizacional de apoyo y reconocimiento, lo que a largo plazo fomenta un equipo más comprometido y eficaz.


Para finalizar, para convertirnos en mejores delegadores, necesitamos cambiar nuestra mentalidad, comunicarnos claramente, proporcionar retroalimentación y revisar nuestras experiencias. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestra propia eficiencia y efectividad, sino que también empoderamos a nuestro equipo para alcanzar su máximo potencial, creando un entorno de trabajo más productivo y satisfactorio. A través de estos pasos, fomentamos una cultura de crecimiento, apoyo y reconocimiento que impulsa el éxito colectivo y fortalece la cohesión del equipo.


Este tip es adaptado de los artículos y publicaciones realizadas por Harvard Business Review.

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